UC - Críticas
| Países: Reino Unido, Alemania y Francia. Año: 2009. Duración: 100 min. Género: Drama. Dirección: Stephen Frears. Guión: Christopher Hampton; basado en la novela homónima de Colette. Producción: Andras Hamori, Tracey Seaward, Bill Kenwright y Thom Mount. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Darius Khondji. Montaje: Lucia Zuchetti. Diseño de producción: Alan MacDonald. Vestuario: Consolata Boyle. Distribuidora: Alta Classics. Estreno en España: 29 Enero 2010. |
EL INEVITABLE PASO DEL TIEMPO
"Chéri" es una elegante y preciosista película de época que supone la reunión del director Stephen Frears, la actriz Michelle Pfeiffer y el guionista Christopher Hampton, 22 años después de realizar la maravillosa "Las Amistades Peligrosas", lo que supone una pesada losa en su disfrute, pese a sus enormes virtudes individuales y al margen de las comparaciones.
A principios del siglo XX, París es el centro del mundo. Los artistas, la moda, el teatro, la música… y las cortesanas, esas mujeres tan bellas y experimentadas en el arte del amor que llegan a ser mantenidas por los hombres poderosos de la época. Léa de Lonval es una cortesana que ha conseguido llevar una vida agradable y ya no ejerce como tal. Una mañana va a almorzar con su antigua compañera Madame Peloux, que está acompañada por un joven que resulta ser su hijo, Chéri, como ella le llama. Madame Peloux tiene grandes proyectos para él, pero Chéri debe convertirse primero en un hombre. Le pide a Léa que le enseñe, ella acepta y lo que comienza siendo un travieso flirteo se convierte en un apasionado romance. Pero la madre, Madame Peloux, planifica en secreto el matrimonio de Chéri con Edmée, la hija de otra cortesana rica.
Una historia interesante de pasiones imposibles como ya lo era "Las amistades peligrosas" u otra obra maestra protagonizada por Pfeiffer como "La Edad de la Inocencia", lamentablemente este film no se encuentra a la altura de aquéllas pero consigue momentos de gran intensidad y belleza, gracias al oficio de Frears tras las cámaras, la cuidada ambientación y exquisito vestuario, la magnífica banda sonora de Desplat, y como no al trabajo de los actores, con una estupenda Kathy Bates y un efectivo Rupert Friend, y sobre ellos una bellísima Michelle Pfeiffer que se convierte en la reina de la función recordando sus mejores tiempos cuando era una estrella de las pantallas y de las taquillas.
Y es que en definitiva la reflexión del film puede extrapolarse a la propia carrera de la Pfeiffer, ya que existe una paralelismo claro entre el personaje de la cortesana al que el paso del tiempo parece prohibirle su derecho a amar y la actriz donde ese mismo paso del tiempo y ya en la madurez como mujer parece alejarse de las portadas de las revistas de actualidad, pese a volver a encandilarnos aquí con cada uno de sus gestos y miradas.
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