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UC - Críticas

País: USA.

Año: 2014.

Género: Ciencia-ficción.

 

Dirección: Wes Ball.

Guion: Noah Oppenheim, Grant Pierce Myers y T.S. Nowlin; basado en la novela de James Dashner.

Producción: Ellen Goldsmith-Vein, Lee Stollman, Wyck Godfrey y Marty Bowen.

Música: John Paesano.

Fotografía: Enrique Chediak.

Montaje: Dan Zimmerman.

Diseño de producción: Marc Fisichella.

Distribuidora: Hispano Foxfilm.

 

Estreno en España: 19 Septiembre 2014.

Interpretación: Dylan O’Brien (Thomas), Thomas Brodie-Sangster (Newt), Kaya Scodelario (Teresa), Will Poulter (Gally), Aml Ameen (Alby), Blake Cooper (Chuck), Ki Hong Lee (Minho), Patricia Clarkson (ministra Ava Paige).

 

LAS TEEN SAGAS SE PIERDEN EN EL LABERINTO


Adaptación de la primera entrega de la saga literaria ‘El corredor del laberinto’ creada por James Dashner. Su oportuna publicación en plena vorágine de traslaciones al cine de este tipo de novelas dirigidas a un público infantil-adolescente se enriquecía con una premisa que combinaba inteligentemente elementos de las epopeyas más clásicas (obviamente el laberinto) con otros guiños a la ciencia-ficción más distópica. Su inevitable traslación al cine cumple con lo prometido en este preámbulo de una historia repleta de engaños y trampas en su génesis, que sabe sacarle partido a su planteamiento inicial, pero que según avanza su metraje irá dejando un poso de decepcionante anticipación.




SINOPSIS: Incapaz de recordar nada, Thomas (Dylan O’Brien) despierta en un ascensor que le llevará a mitad de un claro en el centro de un maquiavélico laberinto. Allí descubrirá que, como él, uno chico llega al lugar una vez al mes, y que la única forma de encontrar respuestas es adentrarse en la retorcida estructura cambiante que les rodea. La aparición de una chica (Kaya Scodelario), la primera desde que empezaron a llegar los jóvenes, acelerará el conflicto.

 


 

Es inevitable comparar ‘El corredor del laberinto’ (y esto, no nos engañemos, juega a su favor) con otra teen-saga que, al contrario que muchas otras que lo han intentado, ha conseguido hacerse un hueco en este campo tan manido. Hablamos, claro está, de ‘Los juegos del hambre’ (Gary Ross 2012), que alejándose con cautela del lenguaje infantil y encrudeciendo un poco más su trama logró destacar merecidamente. La adaptación de la saga de Dashner a cargo del novel Wes Ball busca esa misma fórmula con una premisa cargada de interesantes referencias (desde ‘El señor de las moscas’ de William Golding a la televisiva ‘Perdidos’) que podrían haber hecho de ésta una pieza a reivindicar.



Pero la historia es la historia, y conforme nos adentramos en el laberinto cuan Logan a la fuga nos damos cuenta de que el verdadero interés lo dejamos atrás, en ese claro repleto de posibilidades, de juegos de poder y experimentación tribal. Por otro lado, el siempre atrayente y cinematográfico laberinto carece de interés y no es más que un espejismo en el que el minotauro ha sido suplantado por una especie de Centinelas al más puro estilo de ‘Mátrix’ mano mediante de alguna especie de Iniciativa Darma. Todo está inventado.

 



UC (Manu Cabrera).

TRAILER