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UC - Críticas

País: España.

Año: 2014.

Duración: 80 min.

Género: Comedia dramática.

 

Dirección y guion: Borja Cobeaga.

Producción: Borja Cobeaga y Nahikari Ipiña.

Música: Aránzazu Calleja.

Fotografía: Jon D. Domínguez.

Montaje: Carolina Martínez.

Distribuidora: Avalon.

 

Estreno en España: 13 Marzo 2015.

No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Ramón Barea, Josean Bengoetxea, Carlos Areces, Melina Matthews, Jöns Pappila.

 

HABLANDO SE ENTIENDE LA GENTE


‘Negociador’ es una película valiente sobre un tema siempre espinoso. Basándose en las consabidas conversaciones que mantuvo el gobierno con la banda ETA, el director y guionista Borja Cobeaga podría haberse preocupado por escribir esta historia (más humana que política) con mano izquierda, sin embargo su caligrafía es firme y no flaquea a la hora de contraponer a dos personas, porque son personas las que hablan y titubean, en una mesa de diálogo.




SINOPSIS: Cansado de la tensión en la sombra sobre el conflicto vasco, el político Manu Aranguren (Ramón Barea) se presta para entablar, en secreto, un diálogo con ETA representando al gobierno español. No es que sea el negociador más carismático ni el más íntegro, pero está decidido a, por lo menos, hablar. Pronto se dará cuenta de que lejos de cuestiones políticas, al final lo que se ponen sobre la mesa son las relaciones personales de los interlocutores.


 

Curtido en el sketch, Borja Cobeaba ha logrado desarrollar un humor muy característico, premeditadamente lacónico pero traicionero, capaz de arrancarte una risotada en el momento menos indicado. Algo así como contar un chiste en un funeral Y no es que sea humor negro; sino que quedándose a una distancia prudencial de eso que se ha venido a llamar posthumor (tan brillante para unos como irritante para otros), Cobeaga juega con ese estilo más característico de sus primeros cortos como ‘Éramos pocos’ (2005) para enfrentarse a un guión sobre las negociaciones con ETA como si escribiese una conversación de ascensor.



La premisa no es fácil, y la postura a medio camino entre la heroicidad y el derrotismo que procesa Ramón Barea (como improbable negociador) se basa en ese constante sketch de de situación, pero jugando con los términos de la desubicación. Gran guionista, Cobeaga fuerza la paradoja para enfrentar a su  protagonista incansablemente frente a distintos antagónicos (hasta alcanzar el súmmun de la incomodidad, Carlos Areces mediante). Si bien es cierto que al final, y quizás porque la gracia estaba en librar una batalla perdida que ni de lejos se podía permitir un slapstick pletórico como clímax, el montaje se transforma en papel de borraja cayendo en lo errático hasta volver al desayuno como si nada. Que así fue como sucedió, si nos paramos a pensarlo.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER