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HAMMER PRODUCTIONS

 


 

HAMMER PRODUCTIONS, LA FÁBRICA DE TERROR BRITÁNICO

 

Después de varios meses escribiendo para Universo Terror, he decido cambiar de registro y centrarme en la historia del género, y no hay mejor historia en el mundo del cine terror, al menos en Europa, que la Hammer. Esta mítica compañía se dedicó en cuerpo y alma durante los años 50 y 70 a producir películas de terror que asustaron a propios y extraños y que, incluso, lograron cruzar el charco y proyectarse en Estados Unidos. Gracias a la Hammer, las pantallas de los cines se llenaron de seres tan míticos como Drácula, Frankenstein o La Momia, criaturas que aún hoy siguen siendo pesos pesados en esto de meter miedo.


Sin embargo, la historia de esta productora es mucho anterior, pues fue fundada en 1934 por Wil Hinds, no fue hasta un tiempo después cuando logró alcanzar algo de fama, especialmente con la llegada de Enrique Carreras y la creación de Exclusive Films. Hinds, que como actor utilizaba el apellido Hammer, procedía de una familia de joyeros, pero siempre se sintió tentado por el mundo del espectáculo, por lo que, junto a un compañero, formó el dúo cómico “Hammer y Smith”, de donde tomaría su nombre artístico y el de su productora.

 


La productora estaba todavía muy lejos de convertirse en un referente dentro del cine de terror, pues su primera película fue The public life of Henry the VIII, era una parodia de La vida privada de Enrique VIII, una cinta británica de 1933 que contaba la historia de este rey y sus múltiples esposas.


El cambio fundamental para la Hammer llegó con el encuentro de Will y Enrique Carreras. Este era un inmigrante español que había llegado a Reino Unido para buscar un mejor futuro para él y su familia. Tras varios intentos fallidos, decidió probar suerte con una cadena de salas de cine, la Blue Hall Circuit. La jugada le salió bien y consiguió la estabilidad económica suficiente como para afrontar el reto que suponía la creación de Exclusive Films.

 


Ya con Hammer (o Hinds) y Carreras al frente, la nueva Hammer comenzó a dirigirse hacia la dirección que después le daría la fama. En 1936, produjeron The mystery of Marie Celeste, también conocido como The Phantom Ship, una película sobre un barco que desapareció en 1872 y apareció tiempo después, sin tripulación pero con el cargamento intacto. En esta película, dirigida por Denison Clift, se apostaba por la teoría de un tripulante (Bela Lugosi) como el responsable de los asesinatos que acabaron con todos los pasajeros.

 


Anthony Hinds & James Carreras


Poco a poco la Hammer comenzaba a despegar, sin embargo, la llegada de la Segunda Guerra Mundial obligó a detener la producción, que no se retomó hasta 1945, momento en el que se produciría un cambio generacional al frente de la productora. James Carreras y Anthony Hinds, hijos respectivamente de Enrique y Will, se ponen al frente de la misma y serán decisivos a la hora de colocar a la Hammer en la historia.


Con el impulso de la sangre fresca, la Hammer comenzó su andadura por la ciencia-ficción, un género que le reportó fama y prestigio, pero que dejó apartado debido al enorme éxito de sus películas de terror. Sin duda, el principal pilar de la ciencia ficción “hammeriana” fue el Dr. Quatermass. Esta figura, a pesar de ser reconocida mundialmente por su aparición en la gran pantalla, es una creación de Nigel Kneale para la BBC, que comenzó a emitir un serial televisivo con la intención de captar al público que estaba perdiendo debido a la mayor asistencia a las salas de cine. Los responsables de la Hammer, decidieron aprovechar el éxito de este doctor y rápidamente se hicieron con los derechos para el cine, pero sin contar con Kneale. De esta forma, en 1955 se estrenaba The Quatermass Xperiment, dirigida por Val Guest y con guión de Richard Landay. El éxito de esta película motivó a crear una secuela, pero al no contar con de nuevo con los derechos, se vieron obligados a crear una versión apócrifa, el resultado fue X The Unknown, con Leslie Norman en la silla de director.

 


Como curiosidad, decir que la “x” que aparece en ambos títulos, viene a raíz de la calificación que le dio la censura británica. La productora estaba tan segura del éxito que iba a tener la película que se mofó de esta calificación incluyendo la “x” al título, así fue cómo surgió el nombre de The Quatermass Xperiment. La jugada le salió bien y volvieron a repetir el chiste en su secuela.


Quatermass no fue el único personaje que la Hammer tomó “prestado” de la BBC, es decir, la British Broadcasting Corporation, de la que también salió otro doctor, el Dr. Morelle, quien en 1949 protagonizaba su propia película, Dr. Morelle: The case of the missing heiress, dirigida por Godfrey Grayson, sobre la desaparición de una joven en una mansión.

 


Dick Barton también dio el salto a la gran pantalla de la mano de la Hammer, llegando a protagonizar tres películas: Dick Barton, special agent (Alfred Goulding, 1948), Dick Barton strikes back (Godfrey Grayson, 1950) y Dick Barton at Bay (Godfrey Grayson, 1950).


El fichaje de estos personajes supuso un enorme éxito para la productora, pues todos los ingleses que seguían sus historias en la pequeña pantalla acudieron en masa a las salas de cine. También durante esta época la Hammer decidió seguir otra estrategia que, a la larga, le traería nuevos éxitos: fijar un techo de gasto a la hora de producir. Así, los hijos de Carreras y Hinds decidieron aprovecharse de una pequeña ayuda del gobierno británico de 20.000 libras, cantidad máxima a la hora de hacer cualquier película.

 


Ya en los años cincuenta la Hammer comenzó con las sagas de terror, que fueron las que le dieron fama y provocaron el abandono del resto de géneros, algo que se agradece en la comedia, pero que se echó en falta en la ciencia ficción.


Los personajes clave en este éxito fueron Frankenstein y Drácula. En 1957, se estrenaba The curse of Frankenstein, dirigida por Terence Fisher y que contaba la historia de cómo el barón Victor Frankenstein (Peter Cushing) crea a su mítica criatura (Christopher Lee) a partir de varios cadáveres. Un año después, el mismo director dirigía la secuela, The revenge of Frankestein, donde el barón decide olvidarse, momentáneamente, de sus ideas de crear a un ser humano.

 


The evil of Frankenstein, dirigida por Freddie Francis y estrenada en 1964, fue la siguiente aparición del monstruo en el cine. En esta ocasión, Victor Frankenstein decide volver a su pueblo natal tras la destrucción de su laboratorio, allí encuentra a la primera criatura que engendró, que se ha conservado en perfecto estado gracias al hielo de la montaña.


En 1967, Terence Fisher estrenaba, una vez más, Frankenstein created woman, donde el famoso barón cambia de táctica e intenta resucitar a una mujer (Susan Denberg). El mismo director se haría cargo dos años después de Frankenstein must be destroyed, donde el barón busca al doctor Brandt para que le dé una importante información médica.

 

Otras películas de esta criatura fueron The horror of Frankenstein (Jimmy Sangster, 1970), donde Cushing deja su puesto a Ralph Bates, o Frankenstein and the monster from Hell, donde Terence Fisher y Peter Cushing volvían a hacerse cargo de la dirección y reparto.

 


El vampiro más famoso del cine hizo su primera aparición fue en 1958 con Horror of Drácula (también conocida como Drácula a secas), dirigida por Terence Fisher, y que es considerada una de las mejores adaptaciones del personaje. En esta película, Christopher Lee interpreta al conde amante de la sangre que decide viajar a Occidente donde conoce a una bonita chica de la que se enamora; esta situación hará que la familia de la joven contacte con Val Hensing (Peter Cushing).

 

Posteriormente llegaría otro clásico, The Brides of Drácula (1960) con el binomio Fisher-Cushing, pero con la curiosa ausencia de Lee ya que Drácula no aparece nunca en pantalla (el actor rechazó el papel y el guión tuvo que ser modificado). En el film, un joven barón al sufrir la mordedura del vampiro es encerrado por su madre para impedir que ese transforme en uno de ellos, pero una joven piadosa lo libera sin sospechar las consecuencias de su acción.

 


La siguiente película sobre Drácula tardó en llegar y no fue hasta 1966 cuando se estrenó Dracula, prince of darkness, de nuevo dirigida por Fisher y con Lee como protagonista. En esta ocasión, un grupo de expedición se dirige hacia las montañas a pesar de las advertencias que han recibido; pero cuando el cochero los deja abandonados en mitad del bosque y en plena noche, no les quedará más remedio que resguardarse en un castillo, donde son recibidos por el conde Drácula.

 

Tras esta, las películas de Drácula se fueron sucediendo de forma más cercana en el tiempo. En 1968, llega Dracula has risen fron the grave, donde Freddie Francis sustituye a Fisher como director pero Lee repite como el vampiro que regresa a la vida con más ganas que nunca de probar la sangre humana. Dos años después, Peter Sasdy dirigía Taste the blood of Dracula, donde un satánico decide resucitar a Drácula (una vez más, interpretado por Christopher Lee). Ese mismo año, se estrenaba Scars of Dracula, dirigida por Roy Ward; en esta ocasión un chico y su novia viajan en busca de su hermano y hacen una pequeña parada en el castillo de Drácula (Christopher Lee) quien, naturalmente, se enamora de la chica (Jenny Hanley). Twins of evil (John Hough, 1971), Countess Dracula (Peter Sasdy, 1971), Dracula A.D. 1972 (Alan Gibson, 1972) o The satanic rites of Dracula (Alan Gibson, 1973) son algunas de las muchas cintas producidas por la Hammer y con el conde como protagonista.

 


Pero no solo de vampiros y criaturas fabricadas con retazos de cadáveres vivió la Hammer. La productora que crearon Will y Enrique, también hizo famosa a La Momia. En 1959, Terence Fisher dirigía The Mummy, que suponía la primera aparición del ser embalsamado bajo la producción de la Hammer; una vez más, Cristopher Lee y Peter Cushing figuraban en el reparto. The Mummy´shourd (John Gilling, 1967) o Blood from The Mummy´s tomb (Seth Holt, Michael Carreras, 1971), son otras de las películas con La Momia como protagonista.


 Está clara la preferencia de la productora por sus actores y directores. Peter Cushing, Christopher Lee, Terence Fisher y Val Guest protagonizaron y dirigieron la mayor parte de películas de la Hammer. Películas que, sin contar con mucho presupuesto, lograron ser grandes éxitos entre el público, lo que les abrió numerosas puertas y les dio fama mundial, incluso en generaciones posteriores que los idolatraban, baste como ejemplo la aparición de Lee en la trilogía de El señor de los anillos como Sauron, o el papel de Wilhuff Tarkin de Peter Cushing en la saga Star Wars, donde Lee también aparecería como Conde Dooku.

 


Terence Fisher, con Peter Cushing y Veronica Carlson


Además de los directores y actores y el bajo presupuesto, hay otra característica que definió la producción de la Hammer: las mujeres.  Actrices como Yvonne Furneaux, Veronica Carlson, Kate O´Mara, Ingrid Pitt, Hazel Court y un largo etcétera, se paseaban ligeritas de ropa delante de salas llenas de hombres que además de un buen susto, buscaban alegrarse la vista.


Otro de los aciertos de la Hammer fue su relación con el cine estadounidense. Las majors buscaban películas con las que completar sus sesiones dobles y las británicas tenían la ventaja del idioma. En esta relación es fundamental el acuerdo con Robert Lippert, un famoso productor que permitió la entrada del cine de la Hammer en los Estados Unidos.

 


Desde el otro lado del charco, actores como Robert Preston o Paul Henreid viajaban al Reino Unido para rodar películas bajo las órdenes de los directores de la Hammer. Así, surgieron títulos como Cloudburst (1952) dirigida por Francis Searle y con Preston como principal referente dentro del reparto.


Esta relación bilateral entre la Hammer y Hollywood permitió dar a conocer la actividad de la productora británica más allá de sus fronteras, a la vez que supuso una buena ayuda económica para los siempre vacíos bolsillos de la Hammer.


Sin embargo, las cosas no siempre fueron buenas para la productora y a finales de los 70, sus películas ya no causaban el mismo efecto que antaño y antes del final de la década la Hammer bajaba la cortina con The lady Vanishes (Anthony Page, 1979), un remake de la película homónima de Hitchcock.

 


En 2007, John De Mol compraba la mítica productora que volvería más de treinta años después a estrenar una película, Let me in (Matt Reeves, 2010), un remake de Let the right one in (Tomas Alfredson, 2008), con Kodi Smith-McPhee y Chloë Grace Moretz como protagonistas.


Un año después se estrenaba The resident (Antti Jokinen) con Christopher Lee en el reparto junto a Hilary Swank, Jeffrey Dean Morgan y Lee Peace. En 2012, llegaba a la cartelera The woman in black (James Watkins) con Daniel Radcliff como protagonista y que supone, hasta la fecha lo último de la Hammer. Para este año se ha anunciado el estreno de The quiet ones (John Pogue) sobre la investigación de unos académicos de Cambridge que trataron de hacer un exorcismo a una joven.

 


Para adaptarse a los nuevos tiempos, esta nueva Hammer ha abierto un canal en YouTube en el que, además de tráilers y contenidos exclusivos de sus estrenos, colgará sus clásicos en HD y completamente gratis.


Por último y a modo de curiosidad, la Hammer, igual que otras productoras, tiene una cabecera propia que aparecía al principio de todas sus películas. Así, si Metro-Goldwyn-Mayer tiene a su famoso león, la productora británica presenta a un fuerte y sudoroso herrero golpeando un yunque con su martillo (“Hammer” en inglés), una cabecera que se remonta a tiempos de Will Hinds.

 

UC (Miguel Ángel Navas).




Peter Cushing & Anthony Nelson Keys